Si te has decidido a instalar en tu jardín una pérgola de madera debes tener en cuenta que para que se mantenga en buen estado durante el mayor tiempo posible hay que tener ciertos cuidados imprescindibles, aunque sencillos.
La madera es un elemento vivo, sensible a los cambios de temperatura, al calor, al agua. En especial, la madera de exterior necesita un mantenimiento periódico. Aproximadamente cada dos años a cinco años habrá que aplicar un tratamiento protector.
Aunque muchas veces tenemos la sensación de que la madera de exterior es muy delicada y se deteriora con facilidad, hoy día ya no es así. Si vas a comprar una pérgola de madera o un porche de madera debes saber que el material que se utiliza preferentemente en estos tipos de estructuras es madera laminada y tratada, lo que la hace muy resistente a la intemperie.
Por otra parte, los tratamientos que se emplean hoy día no son como los antiguos barnices. No requieren lijado previo entre capa y capa de producto y son más duraderos. Además, también protegen la madera de nuestro porche de los insectos, como la carcoma.
Cuando vayas a comprar una pérgola de madera te aconsejamos de que te informes sobre qué tipo de tratamiento lleva y cómo debes realizar su mantenimiento posteriormente. El protector para madera más utilizado actualmente es el lasur, un tratamiento que penetra en la madera pero que no forma capa, por lo que no es necesario lijarlo. Además protege de los insectos.
Pasos a seguir en el mantenimiento de las pérgolas de madera
El lasur es el tratamiento que se recomienda en maderas denominadas blancas. La mayoría de pérgolas y porches de madera se construyen con este tipo de madera. Suele tratarse de madera de pino o abeto laminado, ligera, resistente a la deformación y a la intemperie.
Por tanto, el mantenimiento principal que debemos llevar a cabo será cuando hayan pasado entre dos y cinco años desde su compra. Habrá que realizar una limpieza a fondo de toda la superficie para eliminar el polvo y la suciedad y, a continuación, aplicar el tratamiento protector y esperar a que seque.
Lo más importante es realizar el mantenimiento con tiempo seco y soleado y asegurarnos de que la madera está seca antes de aplicar cualquier producto.
Con todo, y dado que la madera es un material vivo, con el paso del tiempo verás que su tono cambia ligeramente y que se va oscureciendo. Esto es un proceso totalmente natural, como consecuencia de los elementos como el aire, el sol o la lluvia. No significa que la madera esté afectada.
Este envejecimiento le aportará un aspecto que hará aún más atractiva y acogedora tu pérgola de madera.
