Hoy en día, el coste de la mano de obra estimula a muchas personas a realizar ellas mismas reparaciones o instalaciones en el hogar.
En Aires de Jardín creemos que la instalación las tarimas para exterior está al alcance de cualquier amante del bricolaje y es por ello que nos hemos decidido a explicar paso a paso, con nuestra experiencia como instaladores, la forma de realizar una tarima de exterior y a la vez resaltando los puntos fundamentales para que el resultado sea óptimo.
1. La base sobre la que instalaremos la tarima de madera es fundamental. Deberemos disponer de una superficie sólida y estable, bien sea un pavimento de baldosas o bien realizar una solera de hormigón. En caso contrario corremos el riego de que la tarima se mueva con el tiempo y de que aparezcan malas hierbas entre las tablas, con lo que arruinaríamos nuestra inversión.
2. Una vez disponemos de la base adecuada, marcamos en el suelo los ristreles necesarios que serán:
- Todo el perímetro de la tarima.
- Líneas de ristrel (perpendiculares a la dirección de las tablas ) cada 40 cm entre centros. Esta distancia esta calculada para el grosor habitual de la tabla que es de 21 mm. Más distancia entre ristreles restaría rigidez a la tarima. Calculamos una necesidad media de 3 m. de ristrel por metro cuadrado de tarima.
3. Sobre las líneas de ristrel marcadas fijaremos, mediante masilla de poliuretano, tacos de madera de forma que salvemos el desnivel de la base y a la vez permitamos la libre circulación del agua. La distancia entre tacos no será superior a 50 cm. La base de la tarima debe estar limpia y seca para que el agarre de la masilla sea el correcto.
4. Los ristreles se fijarán a los tacos mediante tornillería inoxidable. El resultado de las operaciones 2, 3 y 4 debe ser una estructura sólida y bien nivelada y así el resto del trabajo será rápido, sencillo y con un resultado óptimo
5. Procedemos a colocar las tablas. La primera y la última línea de tablas no se pueden sujetar al ristrel con los clips de fijación. Algunos instaladores las pegan con adhesivos al rastrel, pero para nosotros la experiencia nos dice que es mucho más fiable fijarlas con un tornillo visto.
6. Para instalar las tablas colocaremos un clip de fijación en cada intersección entre rastrel y tabla, siempre observando que el clip se coloca en la dirección adecuada, que viene dada por una flecha de dirección en su superficie.
7. También colocaremos un clip en la unión entre dos tablas aunque esta no esté encima de un rastrel. Este punto es importante para evitar movimientos de las tablas.
8. La mayoría de nuestras tarimas se entregan machihembradas en las testas. Este sistema esta diseñado para la optimización al máximo del material. Su colocación es bien sencilla, se deben de colocar en cada línea o fila diferentes longitudes de tabla, teniendo en cuenta la proporción en la cual nos la han servido. Cuando lleguemos al final de la fila, cortaremos donde proceda y con el sobrante iniciaremos la instalación de una nueva fila. Para una mejor estética cuidaremos que las juntas entre tablas no queden alineadas entre una fila y otra. Recomendamos una separación superior a 20 cm
9. En esta foto observamos la evolución de la instalación. Comenzamos a ver cómo quedará nuestro suelo de madera para exterior.
10. En los remates es donde el resultado de una buena instalación marca las diferencias en un pavimento de exterior.
11. Este es el aspecto final de la instalación. Creemos que cualquier persona con unos mínimos conocimientos de bricolaje doméstico puede llegar a conseguirlo, siempre y cuando, realice su tarima siguiendo las recomendaciones citadas con anterioridad.
Desde Aires de Jardín esperamos que este artículo le haya servido de ayuda.
